Quién iba a decirnos que en pleno siglo veintiuno la Hispanidad estaría en auge, a pesar de las engañosas disertaciones de algunos sujetos, y sin la caspa de tiempos pretéritos. Con el tiempo, parece que está cuajando una versión más equilibrada de lo que supuso el encuentro inesperado entre pueblos que se unieron por caprichos del destino y la tenacidad de unos cuantos. Esperemos que se sigan estrechando lazos aprendiendo tanto de los aciertos como de los desatinos del pasado.
Incluso, en relación con lo anterior, se anunció a bombo y platillo que se desvelaría el origen de Cristóbal Colón. Tras un proceso investigador expuesto a modo de descarte de algunas hipótesis, todo el asunto terminó en una suerte de parto de los montes, al decir de Esopo. Sin embargo, algunas revelaciones resultaron de interés y, a buen seguro, resucitará el interés por la vida del Almirante sin necesidad de conmemoración alguna. Desde luego, tiene su puntillo de ironía que hubiera sido un sefardí el descubridor europeo de aquellas tierras el año que se firmó el decreto de expulsión forzoso de sus correligionarios, si es que hubiera sido así.
Si de la vieja Castilla salieron los dineros para la expedición de aquél desconocido, hoy día salen alumnos de algunos de los mejores centros de enseñanza del mundo, como el Antonio Machado. Y resulta que no es el único, según ese informe PISA. Parece que hay que mirar más a Soria y menos a Laponia - y más allá - para estar más que orgullosos de quienes se emplean a fondo, docentes y estudiantes, en dar lo mejor de sí mismos. Sin olvidar al resto de la sociedad que valora el valor de la educación. A ver si cunde el ejemplo por otros lares.
Las mujeres están a cargo de algunos de esos centros educativos. Y, menos mal, este hecho es un indicativo del incremento de mujeres en posiciones de prestigio en instituciones públicas de enorme calado. Esperemos que esta ola se expanda a otros ámbitos de la sociedad con más fuerza, pero sin prisas innecesarias a pesar de las espera de siglos de las mujeres en estar en paridad de oportunidades reales con el otro sexo. Y esa claridad que en nuestro entorno proyecta el espíritu femenino creciente nos ilumine como esas auroras boreales que el pasado año se han hecho visibles más al sur de lo habitual. Esperemos que se repita en años venideros.
También sería magnífico que tuviésemos lluvias como las del año pasado, con las consabidas excepciones, y con los pantanos mantengan el tipo. Pero, incluso donde las lluvias han traído más calamidad que otra cosa, también ha diluviado solidaridad y sacrificio por parte del resto de la población. Y que los rectores de los asuntos públicos se están tomando más en serio el prevenir antes que curar. A ver si se mantiene esta disposición y no es el postureo del momento.
Y, por último, se fastidiaron los agoreros que amedrentaban a la población en tal o cual sitio de que si se votaba a aquél en lugar de éste iba a ser un cataclismo. Más vale esperar y ver tranquilos que exaltarnos antes de tiempo. Y con esa actitud esperamos mantenernos en este año que arranca.
Nota: Fotos tomadas con cámara Xiaomi Redmi Note Pro 13; editadas con Microsoft Fotos y Windows Paint
Preciosa foto, muy oportuna. Me fascina tu escritura y lo culto que eres. Gracias por otro maravilloso texto, despidiendo un año y abrazando al nuevo.
ResponderEliminarGracias por los halagos, pero ya quisiera uno. Feliz año!
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