sábado, 13 de febrero de 2021

Yellowstone

 

      Hace bastante tiempo conocí un buen tipo de Montana: corpulento, amable pero exigente, tremendamente servicial y con una sonrisa burlona, siempre presto a lanzar una chanza. Añoraba su tierra, sus montañas nevadas, la sensación de libertad en sus bosques, la caza del ciervo (¡qué caro resultaba cazar en nuestro carpetovetónico país!), la tranquilidad,... Cuidaba de su familia numerosa como un jabato a pesar de los problemas que tenía que atender.

      Pues en aquellas tierras se suceden las tribulaciones de una familia también numerosa, aunque no tan bien avenida, protagonista de la serie que nos ocupa cuyo patriarca resulta ser el cacique local. Éste, genialmente interpretado por un Kevin Costner irreconocible respecto a papeles previos, utiliza todos los recursos necesarios para defender lo suyo: ese legado que habrá de traspasar al sucesor más avezado para que se conserve una generación más. Misión harto difícil, según podrá comprobar a su pesar.

      Porque, ¿quién de la descedencia tiene los redaños para moverse en un mundo donde imperan las traiciones, deslealtades y dobles juegos, resentimientos y venganzas? ¿Cuál de ellos es capaz de maniobrar con éxito frente a otras figuras de poder para conseguir sus objetivos, incluso acordando alianzas contra-natura sin mostrar debilidades o flaquezas?  Todo en un territorio donde la ley se desvanece como las lealtades frente a las coacciones, o como las nubes al pasar sobre las montañas.

   

Cartel de la serie (de www.filmaffinity.com/es)


      Y es que la serie bien podría haberse llamado Tierra de conflictos: conflictos personales (lo que siento frente a lo que hago), familiares (padres-hijos, entre hermanos de sangre, o con la familia política), lo rural frente a lo urbano, zorros frente a lobos, los descendientes de colonos contra los de indígenas...  En suma, el reflejo de un tipo de realidad no almibarada que no tiene cabida en los textos de Educación para la Ciudadanía o similar pero que, existir, existir, existe. Al menos en esta ficción.

      Pero... ¡atención! ¡Cuidado con mostrar los sentimientos! Sólo los más inconscientes se atreven a revelarlos en un mundo rudo, crudo en extremo, en los que los pocos momentos para la ternura se manifiestan más en la soledad - o en la interioridad - que en la intimidad con las personas más cercanas - incluso las amadas. Porque habría que recordar que la vida en el rancho resulta tan parecida a la conventual, en la que los monjes-vaqueros siguen vidas apartadas y frugales tras pasar un proceso iniciático que abrirá las puertas a cada uno de ellos a un mundo del que se espera no saldrán con facilidad. 

      En suma, podemos disfrutar de una serie dinámica con un guion sólido y convincente, una estupenda puesta en escena y esa fotografía acompasada con cada situación, su ambiente; con personajes muy bien construidos e interpretaciones sobresalientes por parte de casi todo el elenco. Al menos, en las dos temporadas emitidas en televisión en Paramount Channel. Ojalá no alarguen mucho la serie y sean capaces de dejar en el último capítulo un buen sabor de boca.

      Aquéllos relatos del colega de Montana afloraron a la mente al comenzar a visionar la serie. Ahora que lo pienso, estaba predestinado a engancharme a ella.




P.S.: como no hay una etiqueta en esta bitácora que recoja series o televisión, en este caso ha parecido lo más adecuado encajarla en la de Cine. Quizás no sea lo adecuado, pero es lo que hay.



7 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho la review. I am going to give it a try. Hace ya unos años también tuve la suerte de conocer a una mujer de Montana. La descripción encaja tan a la descripción con la tuya que bien podrían ser la misma persona, se nota que son paisanos. Sinceramente me encantó tanto como describío el sitio que me dieron muchísimas ganas de verlo con mis propios ojos. Además parecen gente amable aunque cruda. Lo único que me echa un poco hacia atrás es esa cultura de la caza tan brutal que hay, que ya no es caza por necesidad de comer sino caza como hobbie, que aunque muy respetable sigue pareciéndome un pasatiempo un tanto siniestro, matar a un ser vivo y ver como la vida se va de sus ojos.

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    1. Más brutal es como nos comportamos los seres humanos entre nosotros - los urbanitas. Por cierto, la mayoría de lo que se caza, después se aprovecha. No es tan sólo un trofeo que colgar de una pared. Sobre todo, ¡los paisajes de Montana son espectaculares!

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  2. Muy buena reseña de la serie q refleja lo q hay en la vida, tal vez muy crudamente, pero la vida es cruda la mayoría de las veces.

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  3. Muy buena reseña de la serie q refleja lo q hay en la vida, tal vez muy crudamente, pero la vida es cruda la mayoría de las veces.

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  5. Muy buena reseña de la serie q refleja la vida; tal vez muy crudamente, pero ésta es así muchas veces.

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    1. Es verdad: demasiadas veces es así, pudiendo ser de otra manera. Pero lo que es, es.

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