sábado, 1 de abril de 2023

El chico de la portada


Allí estabas: en primera plana de una publicación aparentando profesionalidad, disposición y actitud despierta cuando, realmente, debajo de ese oscuro gorro poco había de interés.

Pudiendo ser un líder, has elegido ser un tipo tóxico, poniendo en peligro a la gente que te rodea con tu actitud pueril, sabiendo disimular tu actitud irresponsable. Ésa tan tuya.

Resultaste ser un cobarde escondido en la apariencia de un personaje tranquilo, seguro de sí mismo, con las ideas claras y centrado. Un canalla fingiendo ser un chico bueno.

A algunos no conseguiste engañar. Fuiste calado por varios indicios que te quedarás sin conocer. Ojalá hubiera sido una equivocación aunque, por desgracia, no lo fuera.


Un océano de separación, por ventura


Despreciaste a la persona que estaba dispuesta a renunciar a mucho por tí, cuando no eres capaz de privarte de nada, tan metido como estás en tu infantilismo ególatra. 

Sin embargo, nada de lo que sorprenderse: hasta a miembros de tu familia fuiste capaz de manipular para conseguir tus hedonistas  propósitos. 

Lo que te ha acompañado hasta ahora, piensas que es suerte, que te va acompañar toda tu vida, como el mal tahúr que piensa que siempre va a jugar con sus cartas marcadas.

Que malos vientos y mares tempestuosos te acompañen durante un buen tramo de tu penosa vida. A ver si con eso despiertas, pedazo de cenutrio.

2 comentarios: