jueves, 17 de junio de 2021

Road trip to the far east (IV)

 

      Seguimos con el plástico, aprovechando cada centímetro de laderas y llanos.  No nos encontramos con tráfico en este tramo, y el tránsito se convierte en un paseo - sin que el conductor pierda la atención en sus obligaciones. Y nosotros, a lo nuestro.

Esos invernaderos, tan apiñados, tan omnipresentes

      La autovía no se aleja mucho de la costa. Unas veces pasamos obstáculos sobre puentes, en otras ocasiones lo hacemos por debajo de ellos. La luz se hace más intensa si cabe. Maravilla contemplar esas pesadas estructuras mantenerse, en apariencia, ingrávidas. Misterios de la ingeniería.

Viaducto despegando por el oeste


      Irrumpimos en la capital sureña situada más al este por su entrada oeste, en paralelo al frente marítimo y portuario. Las tan manoseadas palmeras nos escoltan durante un trecho - siempre demasiado largo. Bueno, son ya tan familiares que cualquiera diría que no son autóctonas. ¿O lo son?

Entrando, por fin, a destino.

      Hacemos raudos las gestiones pertinentes y aprovechamos unos minutos para acercarnos al paseo marítimo. Las rachas de viento expulsan a casi todo transeúnte de la zona. Saludamos a familiares a la misma celeridad con la que habremos de despedirnos de ellos. Es hora de almorzar y casi de emprender la vuelta.

Playa inclemente, playa vacía

3 comentarios:

  1. Almería, un inmenso coral.
    Palmeras, plásticos (invernaderos), puentes, ... pero solo una de todas esas cosas parece virgen, la playa, y digo parece porque no es. Triste mundo.
    Me ha gustado esta entrada :)

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