Parece que en pleno sueño sucedió un terremoto en la villa, pero casi nadie se enteró de nada. Es de imaginar que pocos de los visitantes hayan traído el equipo de emergencia, con linterna, agua y demás artilugios. Sí han traído un poquito más de inflación, haciendo subir el kilo de higos un euro. Es el precio de la invasión veraniega de "los transplanters", al decir de los vecinos de Yellowstone. la tónica general de nuestra vida. Afortunadamente, hasta las pequeñas librerías del centro se encuentra invadidas - la resistencia del duro invierno continúa en agosto. Turistas que marchan rumbo a Cádiz a prendarse de sus bares y playas, entre otros encantos. Quién sabe cuando tendrán la fortuna de visitarla otra vez.
A pesar de todo no les faltan quejas a los transplanters…
ResponderEliminarPuede que escuchara a ciertos personajes de la tierra media ibérica quejarse de lo sucia que está el agua de la playa de la Caleta.
No parecen pensar que es una pequeña playita, como bien indica el nombre, con barcos, aglomerada de personas, y no tan abierta como el resto de las playas de la ciudad.
Ay... estos mesetarios... Pues que vayan al la Playa de la Victoria, abierta al Atlántico!!
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