La lluvia ha empapado de frustración los anhelos de los cofrades, y con la ayuda del viento y del frío, todo el pueblo está exento del turisteo pre-veraniego. Para los creyentes, los designios del Hacedor son inescrutables. Quién hubiera presagiado que el letargo invernal fuera a extenderse algo más, aunque las flores hayan irrumpido a miles por todo el pueblo. Como aquéllas, los tubos de la preinstalación de las duchas estivales parecen alzarse al cielo reclamándole más líquido para que éste pueda volver a circular por ellos en pocos meses.
Contrastes de una Semana Santa que este año va a pasar sin pena ni gloria para las cofradías por estas latitudes.
Nota: Foto tomada con Xiaomi Redmi Note 9, editada con Microsoft Fotos y Windows Paint.
Empieza la invasión, ojalá fuera solo de flores primaverales…
ResponderEliminarCasi todos queremos lo mismo... qué le vamos a hacer.
EliminarAunque el turismo ha sido más escaso, el agua ha sido abundante e importante, más que el propio turismo. Lo siento por las cofradías , pero el agua es vida.
ResponderEliminar¡Y tanto que lo es! Mirando a los campos queda claro.
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