Es cierto: algún arreglillo se le ha hecho últimamente, pero no parece que haya intención de hacer alguno más en breve. Parece que a los representantes de la villa les parece mejor que todos los dinericos disponibles vayan a ensalzar las zonas más turísticas del pueblo. Y a lo demás, pues que se aguanten.
Pues sí: mientras se acometen obras en otros sitios que nadie ha pedido, como pintar de colores los pavimentos de alguna calle, para hacerles todavía más difícil a los coches circular - ¿qué transportes alternativos efectivos se ofrecerán? - en un futuro no muy lejano, ese bulevar sigue esencialmente igual de deteriorado.
Después de dieciséis años después de la última gran reforma, ¿qué tal vendría unas reformillas? Nivelar el pavimento y reponer adoquines perdidos; cambiar el alumbrado; reponer los árboles y setos perdidos; un parque para perros de mayor amplitud; señalética indicando las especies vegetales; un repintado del carril bici perimetral; bancos más ergonómicos; una fuente...
Nota: Fotografías tomadas con iPhone 7, editadas con Polarr y Windows Paint.
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