sábado, 26 de febrero de 2022

Con Ucrania en el corazón

      El mundo de los terrícolas está marcado por los conflictos. Podría decirse, en paralelo, que lo está también por la búsqueda de una paz que, aunque llegue, no parece nunca terminar de asentarse.  Parecía que el par guerras a escala planetaria del siglo XX - y algunas otras más también recientes - habían enseñado algo a los dirigentes de la generaciones posteriores a aquéllas, pero no: parece ser que han sido incapaces de asimilar las lecciones, y seguimos chocando contra el mismo pedrusco. Cosas del ser humano. 

      Así pues, tenemos en estos días un conflicto desatado dentro de la civilizada Europa, enfrentando a dos países con tanto en común, tan cercanos entre sí, que no se consigue entender el porqué de estas riñas. Quién sabe cuánto durará esta lucha, en la que nadie va a salir ganando - aunque algunos puedan pensar que sí - ni a corto o a largo plazo.

Ni que Correos hubiera imaginado que los colores ucranianos iban a ser tan populares estos días

      ¿Saben qué? Váyanse al cuerno los que esgrimen razones históricas, geopolíticas o económicas en uno otro sentido. Nosotros, vayámonos a  tomar viento con nuestros pequeños egoísmos centrados en si el gas va a subir de precio porque ya no se podrá importar del este, o si el redondo de ternera será más caro porque el pienso de las bestias lo va a ser también porque no puede venir de los maizales ucranianos. Demasiada gente está sufriendo innecesariamente a ambos lados de la frontera por razones que no deberían demandar tanta sangre y dolor.

      Desde la distancia, y contra nadie, con Ucrania en el corazón.

2 comentarios:

  1. Vive y deja vivir. Lema q todos debemos aplicarnos, todos somos iguales y a la vez diferentes, deberíamos saber convivir sin importar las ideas políticas, religiosas, identidad sexual, etnia...RESPETARNOS! No le hagas a los demás lo q no deseas para ti, etc, muchos proverbios pueden blandirse para q no haya guerras. Haz el amor y no la guerra! Eso debemos hacer, querernos más.

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