¡Y quién se podía espera ésto! La verja cerrada impidiendo el acceso al baluarte. Piensas que no pasa nada, que ya has recorrido su interior varias veces... pero apetecía hacerlo una vez más. Sin embargo, te das cuenta que no recuerdas haberlo visto con la marea tan baja. Vaya una cosa por la otra, y disfrutemos del momento.
Baluarte de San Sebastián (Cádiz)
El tiempo que pensábamos haber dedicado a esos menesteres los dedicamos a charlar reposadamente en la terraza de un céntrico bar, rodeados de exuberantes plantas. Las tapas tienen sus altibajos, la conversación mantiene su interés. Un helado en la plaza de la Candelaria y vuelta al catamarán: el tiempo se ha echado encima. Aún así, descubre una planta en un sitio inverosímil - para nosotros, no para ella. La vida resiste, a pesar de todo.
La planta imposible (Estación Marítima, Cádiz)
Velero en la bahía
Cambiando la dirección de la mirada, ves que estamos llegando a destino antes de lo que hubieras deseado. Miras más allá de la proa y sabes que has de apurar cada instante del viaje, porque éste está menguando conforme el espigón se hace menos pequeño. Cosas de la perspectiva.
Llegando a puerto (Puerto deportivo/pesquero de Rota, Cádiz)
Y llegamos a nuestra pequeña Ítaca de occidente - ¿o era ésta de donde zarpamos hace media hora? Qué más da, no nos detendremos en asuntos sin importancia: vamos a atracar. El celeste del cielo lo inunda todo, y la mar lo quiere imitar.
Estación Marítima de Rota, Cádiz
Muy poético. A ver si puedo yo también replicar ese viaje pronto
ResponderEliminarTeniendo tiempo y algunos euros en el bolsillo, en tu mano estará. En tal caso, que las aguas y los vientos te sean favorables.
EliminarLeer esto y ver las fotos me hace echar de menos Cádiz. La playa, el océano...
ResponderEliminarUna fantasía.
La plantita lo intenta, esperemos que aguante algo de tiempo.
El grueso del turisteo se habrá ido, así que ahora es el momento de pasarse por allí. La plantita, ya veremos...
Eliminar