Como apertura a esta entrada iba a aparecer una imagen escatológica representativa de la idea que muchos hemos tenido de lo que ha sido este año que está a punto de acabar. Al final, mejor dejarla fuera: demasiadas imágenes desagradables hemos tenido este año para mostrar una más.
Menudos diez meses y medio que nos ha tocado vivir. Pocas personas han resultado inmunes a los cambios forzados que hemos tenido que realizar dada la situación general. Y muchísimas otras no han podido superarla, por desgracia.
Si puede obtenerse alguna enseñanza positiva de este asunto, tal vez sea la de darnos cuenta de muchas circunstancias - rutinas, hábitos, costumbres, cosas - que dábamos algunos por supuestas y que, de un virulento plumazo, se perdieron. Quién sabe cuando volverán.
Tomar conciencia del verdadero valor de todo nuestro mundo. De aquéllo que realmente importa. Lo ilimitado de nuestra ignorancia. Y que, tras reflexionar, cada uno de nosotros se haya dado cuenta de lo que más le incumbe. Y si no, por desgracia aún quedarán algunas semanas para seguir en esta tarea.
A pesar de todo, seamos optimistas-realistas. Feliz salida de año para todas las personas del uno al otro confín. Que los mejores augurios se hagan realidad para el próximo.
De nuevo, me encanta la foto. Este año, como bien dices, a muchos nos ha servido para darnos cuenta de que debemos aprovechar las oportunidades que nos da la vida, y no menospreciar ninguna, ya que lo parece una tontería hoy, mañana puedes estar deseando que ocurra.
ResponderEliminar¡No se puede estar más de acuerdo!
ResponderEliminar