Aunque todas tus vivencias, todas,
te las hayas llevado contigo,
todos los recuerdos contados, todos,
permanecerán en nosotros.
Las travesuras de la infancia,
entre jaras, jaguarzos y berrazas.
Los caminos la edad adulta,
en las gélidas tierras de Germania,
volviendo, luego, cerca de la tierra natal.
Los vericuetos en el pausado declinar,
a caballo entre la ciudad y el pueblo,
en compañía de nietos y hermanos;
tardes de paseos por el Real.
Y ya, que te subiste a la barca,
que nos dejaste atrás,
con nosotros se quedará tu sonrisa,
cuando nos veías llegar.
Tocayo, buen viaje,
todo lo que tuviste a bien compartir,
atesorados en nuestra mente,
en nuestro corazón perdurará.
Triste pero precioso
ResponderEliminarLas pérdidas tienen esa cosa. Nada nuevo. Gracias.
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