sábado, 11 de julio de 2020

La importancia de los verbos irregulares



      Tiempo atrás, en la dífícil época para un adolescente de Tercero de B.U.P., tuve una profesora de inglés - llamémosla M. J. - que causó un gran impacto entre todos los alumnos de ese curso - para bien y para mal. Era alta, espigada, muy pecosa, llena de energía y decisión. Vestía pantalones largos y camisas amplias, estampadas, con grandes gafas de sol pasta marrón, y un pelo negro largo rompedor para los imberbes que estamos sentados en los pupitres.  El porte de una modelo. 

      Se notaba que le gustaba lo que hacía: enseñar inglés. Sin embargo, era muy distante con sus pupilos; diríase que algo seca, hosca (con los años me dijeron el porqué, y pude entenderlo). Imponía al entrar en el aula - el silencio caía en la clase como el martillo de un juez. Sin embargo, cuando entraba en aquellas contadas ocasiones en las que conectaba con toda la clase transmitía su amor, su entusiasmo por aquella lengua y su cultura (otra música, otra literatura, otra forma de vivir, de entender la vida), por aquéllo que enseñaba compartiendo sus experiencias viviendo en el extranjero, recomendando buenas - y asequibles - publicaciones en inglés para seguir sumergiéndonos en el idioma, nos advertía de la importancia de aprender esa lengua - especialmente en este pueblo tan cosmopolita - y fue indulgente con ciertos fallos menores de algunos alumnos (como con aquél que supo el significado en castellano de la palabra alemana Volkswagen y al que una vez un radiocasete no le funcionó en una demostración delante de toda la clase). Intentando despertar algo en nosotros de la mejor manera que sabía, aunque ella se diera cuenta de que sería de forma infructuosa en muchas ocasiones. Y, aunque a veces se le veía desmoralizada, no cejaba en el intento.


Libro que recomendó - y compré - la profesora (Col. personal)


      Una de los aspectos que más enfatizaba - y exigía - era el aprenderse la lista de verbos irregulares, perfectamente fotocopiada a dos caras. Todos. Infinitive, present, past perfect, past participle. Aquéllo era una tortura para todos nosotros: no le veíamos la utilidad, el sentido de aquella insistencia. ¿Para qué hacer aquel esfuerzo? ¿Con quiénes íbamos a hablar en inglés nosotros entonces? Se nos iba a olvidar en poco tiempo y todo aquel trabajo para nada. No lo entendía nadie. Pero, como hacía exámenes con mucha frecuencia y no permitía fallos en ésto, había que dar el callo y esforzarse al máximo en trabajar la memoria, repetición tras repetición. Un verdadero plomazo.

      Otra vez, pasados los años, llegué a darme cuenta de varios de los porqués de aquella exigencia. Por ejemplo, la escasez de medios con los que contaba ella para poder enseñar de otra forma, el tiempo que tenía disponible a la semana para sus clases y, sobre todo, la necesidad de memorizar de tal forma que, a la hora de expresarnos verbalmente o por escrito nos vinieran aquellas palabras de forma fluída - sin detenernos en pensar. Hoy día puedo dar fe en mi persona de las bondades de aquel sistema.

Contraportada del libro que tanto me ayudó - con su lista de verbos irregulares, claro


      Detalles de los que se da uno cuenta con el tiempo. Ojalá hubiéramos sido más despiertos en aquel entonces para darnos cuenta de los que se escondía realmente detrás de aquellas exigencias, pero también de haber valorado más los esfuerzos de nuestra profesora de inglés. 

      En la distancia y en el tiempo, y con un poquito más de madurez, te doy las gracias. Espero que te lleguen, M. J.


2 comentarios:

  1. Yo también recuerdo a mis profesores, a todos los que he tenido, algunos fueron mejores que otros. El sistema de aprendizaje en las escuelas del inglés deja mucho que desear, aun asi ahora veo que la repetición año tras año del temario puede que fuera un acierto ya que te obliga a no olvidar. También recuerdo hacer lecturas en clases de pequeños cuentos que nos hacían comprar, pero nunca nos recomendaron un libro como a ti para aprender mas.
    Fueron muchas las veces en las que me desesperaba con el bajo nivel en las clases de ingles.

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    1. Quizás no tengan medios, o sen apáticos, o se dejen vencer por la desidia de muchos alumnos, o... quien sabe. Respecto al libro, no todo el mundo aprende del mismo modo. A lo mejor, a tí te cundió más los cuentos que tuviste que leer. "Importante es perseverar", que diría el Maestro Yoda (no creo que dijera eso nunca :).

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