A pesar de la incertidumbre con la que comenzaba el año, la disponibilidad de medios para contener los efectos del virus fue en aumento. Dejando de lado la potenciación de los sistemas de salud regionales - nunca lo suficientemente dotados de personal o medios - para sorpresa de muchos, el ritmo de vacunación y el número de vacunados en nuestro país fueron elevados - de los mayores de Europa. Incluso una vacuna de desarrollo nacional podría ser comercializada en este año que empieza, a pesar de que más medios hubieran sido precisos para su desarrollo. Es como para sentirnos algo orgullosos, ¿o no?
En paralelo a estos esfuerzos, la solidaridad de la ciudadanía ha sido ejemplar, proporcionando medios que, de otra forma, las instituciones públicas no hubieran podido ofrecer. Apoyos que no han faltado a cuentas de la actividad del volcán palmero - más de tres meses sin dar tregua. ¡Bravo para todos aquellas personas que decidieron dar un paso al frente y ofrecer su ayuda en tiempos convulsos!
Y aun hay más. A la enésima desgracia causado por un conflicto en el mundo - la crisis de Afganistán - ha seguido un despliegue internacional inmenso para ayudar a aquellas gentes que tuvieron que salir de su país por pensar y actuar de forma diferente. Menester es que pueda haber reconciliación y pudieran poder reencontrarse vecinos y hermanos. Confiemos en éllo.
Desgracias, en suma, que no nos han resultado nada ajenas, y que otra vez nos han enseñado a valorar todas esas cosas que dábamos por hechas y, que por ello, infravalorábamos. La mirada descansa en lo más cercano, redescubriendo personas, lugares y actividades no hace tanto secuestradas por las urgencias del egoísmo. El valor de lo cotidiano ha vuelto a irrumpir con fuerza en nuestras vidas.
También hemos tenido el privilegio en las tierras sureñas de albergar un nuevo Parque Nacional - Sierra de las Nieves - con sus bosques de pinsapos, su árbol emblemático. Una gran incorporación al selecto grupo de espacios protegidos españoles distinguidos con esta declaración. Cuanta más protección se les pueda ofrecer a todos los territorios con especies endémicas o en recesión - incluyendo a los seres humanos en pueblos de interior - tanto mejor.
Al fin, el submarino S81 Isaac Peral fue felizmente botado. Augurémosle que las fases de armamento y pruebas sean más que satisfactorias para el bien de todos. Iguales augurios que deseamos para el cohete español Miura 1, prototipo de futuros modelos que coloquen a la industria nacional en una posición de vanguardia en este campo. Y, cómo no, para los alumnos del madrileño I.E.S. Las Musas y el nanosatélite fabricado por ellos - con algo de ayuda, claro está - que será lanzado al espacio muy pronto. Pero, si no se consigue a la primera, da igual: hay que seguir intentándolo hasta conseguirlo - inasequibles al desaliento como Thomas A. Edison.
De entre los muchos actos nobles que acaban sepultados por la avalancha de calamidades pregonadas por los noticieros televisivos, el descubrimiento y rescate de un pequeño tesoro submarino en Jávea/Xàbia - consistente en un puñado de monedas de oro del Bajo Imperio Romano - merece ser recordado ahora. Unos submarinistas las encontraron por casualidad y decidieron comunicar a las autoridades el hallazgo, así como asistirlas en la localización del lugar para nuevas búsquedas que ampliaron los materiales recuperados de los fondos mediterráneos. Todo un ejemplo a seguir en tiempos en los que los dineros nos tienen a todos hipnotizados.
Y ya, para finalizar, el mundillo arqueológico sureño nos ha deparado la suculenta noticia de la posible localización de los restos del mítico Templo de Melkart, muy cerquita de la fenicia Gadir. Tanto si lo es como si no, esperemos que se trate de un hallazgo importante que nos ayude a comprender algo más el mundo de nuestros antepasados, aquellos inmigrantes venidos desde las tierras de levante.
Quizás unas noticias más escabrosas hubieran sido más atractivas, pero este mini-anuario, conteniendo algunas pinceladas de otro tipo de noticias, tenía que ser distinto. Y el año que viene, más.
Un poco de luz en lo que ha parecido un año negro para la mayoría. Gracias por recordar que aunque no lo parezca, siguen pasando cosas buenas en el mundo! Solo hay que abrir los ojos y no dejarse eclipsar por el resto de noticias.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho leer este post, de nuevo, gracias.
¡A ver si el año que viene se pone más difícil seleccionar cosillas del 2022!
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