En apenas unos minutos, el espejismo de pasear por mundos ocultos se desvanece con el lento devenir de las olas y el creciente empuje del sol.
Empresa fácil a la vista: habremos de sortear unas cañas que esperan cumplir su función. Los propietarios no parecen estar en los alrededores, quién sabe si perdieron la poca esperanza de obtener alguna captura en este día.
Un portacontenedores rompe el aburrido horizonte marino en este ramo, claramente tomando rumbo sur. Posiblemente, en demanda del puerto de Cádiz, aunque puede que su próxima escala esté más lejana. Tan sólo un pensamiento peregrino, a falta de otras cosas más interesantes que hubiéramos tenido la fortuna de observar - de darnos cuenta - sobre las que discurrir en este tramo.
Dos estructuras extrañas al paisaje natural aparecen mirando a tierra, rompiendo esa falsa sensación de paraje no invadido por la acción humana que hemos disfrutado brevemente en este tramo. A pesar de todo, merece la pena observar y fantasear imaginando esta costa algo más aligerada de ladrillo. ¡Caramba, qué preciosa es!
Bonitas imágenes de un bonito paseo. Parece que fue un día un tanto fresco, nublado pero tranquilo.
ResponderEliminarSiento la envidia.
No se puede estar en todos lo sitios en todo momento. Po éso no hay que sentir envidia.
EliminarLa envidia es una emoción humana q no hay que negar, y menos aún cuando a los que nos encanta la playa, no la podemos disfrutar en un momento dado en el que nos gustaría.siga usted subiendo fotos playeras para deleite nuestro.
ResponderEliminarSe hará cuando se pueda. ¡Gracias!
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