Pasamos a distancia de uno de esos fortines que se instalaron en tiempos de la fatídica Segunda Guerra Mundial como medida disuasoria contra los que intentasen desembarcar por estas zonas tan poco escabrosas. Se mantiene altivo, con sus troneras a los lados, a pesar del retroceso de la duna, y la decoración grafitera que alcanza los sitios más aparentemente inaccesibles.
El camino se estrechó y acabamos de pasar una zona con poca arena y muchas piedras que hubo que sortear. Atrás quedó la angustura y la mirada nos lleva aún más lejos. El punto de partida quedó tan atrás como la bruma nos deja divisar. Las piernas, tan poco fogueadas para estos lances, apenas si se han enterado. Sorprendente.
Ahora se nos muestra un apilamiento de piedras, a modo de edificación que sirviera para unos menesteres que nos resultan desconocidos. Los más avezados del lugar seguro que sabrán de su utilidad. De momento unos pajarillos - vuelvepiedras - huyen del lugar ante nuestro acercamiento. Momentáneamente, vuelve a quedarse sin uso.
Si nos situamos mentalmente de nuevo en Punta Candor, no parece que el recorrido tenga tantos recodos que impidan la visión de los tramos por venir. Como esta nueva punta que no parecía existir. Ya hemos perdido la referencia de en qué playa estamos - ¿Peginas, Aguadulce, la Ballena tal vez? Realmente, no importa para seguir caminando. Y en éso seguiremos.
Al leer tus palabras y ver las imágenes me viene como un flash las letras del poema de Antonio Machado: “caminante, no hay camino, se hace camino al andar”. Tal vez sea la sensación de nostalgia q me trasmite el fortín abandonado y la bruma del día junto a la distancia q se percibe en las fotos
ResponderEliminarA mi me evoca el dolor de rodillas que sentía cuando llegué a destino, fruto de la edad que no perdona. Aunque lo que dices es infinitamente más poético - y mejor - que el aporte de un servidor. ¡Gracias!
ResponderEliminarUn paseo precioso. Se me ocurren mil usos para la "mini casita" que se esconde diariamente debajo de las aguas saladas. Puede que ninguno de esos usos sea real pero me gusta ver las fotos e imaginarme historias. Más fotos así!
ResponderEliminarBonito post, me gusta la narración.
Con los medios que se tiene y lo poco que se sabe, se hace lo que se puede. En cualquier caso, gracias.
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