Tal vez sea el puerto de Motril, lo cual indicaría que entramos en la provincia de Granada sin darnos cuenta. Quizás podamos distinguir algún cañaveral antes de salir de aquélla - el ron pálido que se produce por allí.
Seguimos bordeando la costa escarpada y ni rastro de la caña de azúcar granadina. La climatología sigue mostrándose generosa y me gustaría que las fotos salieran mejores, pero no se pueden abrir las ventanas del vehículo por riesgo de congelación. Al menos, éso piensan los acompañantes.
Pero, en ocasiones, perdemos de vista el Mediterráneo, y subimos y bajamos como en un carrusel, sintiendo la dificultad de construir una autovía en esta orografía, casi pensando que atravesaremos alguna de esas nubes que ocultan algunas cumbres cercanas.
Creo que nos estamos acercando al límite provincial con Almería, y empiezan a prodigarse los paisajes en los que predomina el polietileno de 800 galgas, o similar. Hay lugares en los que se confunden con la mar. Todo indica que pronto llegaremos a nuestro lugar de destino de nuestra ida.
El cielo es alucinante
ResponderEliminarOjalá las fotos pudieran haber sido tomadas con una réflex, en lugar de la cámara de móvil. Sin embargo, la luz de ese día y el cielo eran tan especiales...
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