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Revelándose, discreta, de entre las nubes |
Llegué tarde a verla, claro está. La Superluna rosa, así la llamaron. El espectáculo de la semana, según los informativos del fin de semana anterior, y sin necesidad de pasar por taquilla. Una distracción más que nos la brinda la naturaleza si, en nuestra forzada reclusión, la casa cuenta con la debida orientación.
Así, cámara en mano a medianoche, haciendo guardia a la espera de que se atreviese a salir de entre el grueso de nubes. Y lo hizo, tímida ella, pues no terminó de quitarse el velo para volver a ocultarse otra vez más.
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Volviendo a entrar en el manto de nubes |
En aquel momento, no parecía merecer ni el superlativo ni el adjetivo que le habían puesto. Nada que ver con las imágenes que habían mostrado en la televisión. Error de la ignorancia que hace creernos sabelotodos. Sin embargo, la sensación fue la de extrañeza por no entender lo que había pasado. Y, días después, darse cuenta del error.
A pesar de reconocer que el objetivo principal no se había logrado, no se vivió como una decepción. La espera ilusionada rozando la madrugada, el volver a contemplar el espectáculo casi diario que nos regala ese satélite que nos acompaña noche tras noche, y fotografiarla, merecieron la pena.
Habrá que esperar a la próxima ocasión para retratarla, a la Superluna. Pero, ¿por qué tenemos que esperar un año para disfrutarla si va a salir esta noche otra vez?
La luna nos luz cuando todo parece oscuro. Por eso el sol está enamorado de ella, porque aunque sepa que no está a su alcance, sabe que ella estará ahí cuando él lo necesite, terminando lo que él no puede.
ResponderEliminarQué txulo lo que has escrito, me encanta. Bueno, menos las noches de luna nueva, en que los dos se dan un tiempo para reconciliarse...:)
ResponderEliminarLuna nueva, días de vacaciones para la luna y el sol. Días que ambos se toman para descansar de su ajetreado trabajo y dedicárselos el uno al otro. El poco tiempo que dura parece suficiente, ya que tienen la certeza de que, en relativamente poco tiempo, se volverán a ver.
ResponderEliminarAfortunadamente, es así... y que siga así por muchos años.
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